jueves, 28 de julio de 2011

SI A LA ACTIVIDAD FISICA


Es muy estimulante ver como nuestra familia se reune en torno a la mamá grande, para compartirnos y compartir a otros nuestras experiencias. Alexandra hizo un comentario acerca de la reciente conferencia llevada a cabo en París, y en donde los gobernantes muestran su preocupación por éste mal que inutiliza a las personas con mayor experiencia en la vida, además de lo costoso que resulta para los sistemas de salud estatales y privados atender a millones de personas discapacitadas por un deterioro que puede prevenirse. 
Mi hermana llega hoy con un mensaje y un valioso aporte:
De: ANA MARIA CÁRDENAS OBANDO <monalisa_5627@hotmail.com>
Fecha: 27 de julio de 2011 21:41
Asunto: FW: Memoria - capacidad mental y ejercicio
Para: ALEJANDRO CARDENAS OBANDO <jovensaludable@gmail.com>
Recibí este documento bastante interesante que quiero compartir con usted. Mamá está muy contenta en su nueva casa de cuidados de personas mayores, tomando sus complementos nutricionales y en ejercicio físico y  recreación;  muy pronto les enviaremos fotografías. Saludos 
Ambos informes aparecen en la edición en línea del 19 de julio de la revista Archives of Internal Medicine, para coincidir con presentaciones programadas para la Conferencia Internacional sobre la Enfermedad de Alzheimer, en París, que acabó de finalizar.
"Observamos y registramos una medida verificable de actividad física. La mayoría de estudios anteriores tomaban datos suministrados por el propio paciente, los que siempre conllevan cierto error inherente", señaló la autora líder del primer estudio Laura E. Middleton, del Centro de Recuperación del Accidente Cerebrovascular de la Heart and Stroke Foundation, en el Instituto de Investigación Sunnybrook, en Toronto.
Al tomar éstas mediciones, los investigadores hallaron que los que estaban más activos tenían un riesgo 90 por ciento más bajo de desarrollar una disminución significativa de su memoria y salud mental en general, en comparación con los que estaban físicamente menos activos, apuntó.
No se trata solo de trotar, nadar o montar bicicleta, sino que también es importante el moverse por la casa, realizar tareas, caminar al aire libre podrían ser también ejercicios físicos de  protección importante contra el deterioro cognitivo.
Y no es únicamente animar a la gente a hacer ejercicio, sino evitar llevar una vida sedentaria. Siempre es mejor algo que nada.
 El equipo investigador recolectó datos sobre 197 hombres y mujeres que participaron en el estudio continuo de Edad, Envejecimiento y Composición Corporal. Los participantes tenían una edad promedio de 74 años cuando comenzaron el estudio, y ninguno tenía ninguna dificultad cognitiva.
Durante los siguientes dos a cinco años de seguimiento, el grupo de Middleton halló que los que tenían mayores niveles de actividad física tenían menos probabilidades de desarrollar cualquier déficit cognitivo, en comparación con los que tenían los menores niveles de actividad física.
En un segundo estudio, el equipo liderado por Marie-Noel Vercambre de la Fundación de Salud Pública de la Mutuelle Generale de l'Education Nationale en París, observó el efecto de la actividad física en las mujeres que participaron  y  que incluyó a mujeres con enfermedad del sistema circulatorio y tres o más factores de riesgo de enfermedad cardiaca.
El grupo francés determinó el nivel de actividad física en 2,809 mujeres al inicio del estudio, y cada dos años posteriormente. Además, llevaron a cabo entrevistas telefónicas con las mujeres, que incluían pruebas de capacidad mental y memoria. Las pruebas se administraron al inicio del estudio, y tres o más veces durante los próximos  4 a 5 años.
Los investigadores hallaron que las mujeres más físicamente activas tenían las tasas más bajas de desarrollo de declive cognitivo. Además, las mujeres que hacían caminatas a paso vivo por 30 minutos cada día, o su equivalente, tenían un riesgo más bajo de deterioro cognitivo.
El Dr. Eric B. Larson, del Instituto de Investigación en Salud Grupal de Seattle, comentó que la asociación entre la actividad física y la capacidad mental probablemente tenga que ver con la salud vascular general.
"A medida que envejecemos, es probable que nuestros cerebros puedan soportar menos estrés", comentó, “pero el ejercicio mejora la salud vascular, mejora el sistema circulatorio, hay más oxigenación en todo el cuerpo, pero más importante aún: se mantiene una alta oxigenación en el cerebro”, añadió.
Larson cree que los beneficios del ejercicio sobre la capacidad mental pueden acumularse incluso si uno comienza a hacer ejercicio a una edad avanzada. "Podría haber incluso más beneficio, porque el estado es más arriesgado", dijo. "Para una persona mayor, simplemente seguir caminando es un beneficio inmenso".
Incluso tras el inicio de la demencia (Alzheimer o cualquier otra), el ejercicio puede resultar beneficioso, aseguró Larson. "Caminar una, dos o cuatro veces por semana con un cuidador lleva a mejores resultados y una persona más feliz", afirmó.

Artículo por HealthDay, traducido por jovensaludable@gmail.com
FUENTES: Laura E. Middleton, Ph.D., Heart and Stroke Foundation Center for Stroke Recovery, Sunnybrook Research Institute, Toronto; Eric B. Larson, M.D., M.P.H., Group Health Research Institute, Seattle; July 19, 2011, Archives of Internal Medicine, online

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