El libro (Stephen R. Covey), cumple 25 años de haber aparecido en las estanterías de las librerías y, en ese lapso, ha sido de gran importancia el aporte para sus lectores y comentarístas ya que su mensaje continúa teniendo vigencia. Por esto, traeremos un resúmen de sus consejos, iniciando hoy en el primero de ellos:
Hábito 1: Ser Proactivo
Tu vida no se limita a "suceder." Ya sea que lo sepas o no, ha sido cuidadosamente diseñada por ti. Las decisiones, después de todo, son tuyas. Solo tienes que elegir la felicidad. Solo tienes que elegir la tristeza. Tú tomas la decisión. Tu eliges entre ésta ambivalencia. Tu eliges el éxito. O eliges el fracaso. Puedes elegir el valor. O el miedo. Sólo recuerda que cada momento, cada situación, ofrece una nueva opción. Y al hacerlo, te da una oportunidad perfecta para hacer las cosas diferentes, para obtener los resultados más positivos.
Hábito 1: Ser proactivo se relaciona con tomar responsabilidad de tu vida. No puedes seguir culpando de todo a tus padres o abuelos. Las personas proactivas reconocen que son "capaces de actuar." No culpan a la genética, las circunstancias, las condiciones o medio ambiente de su comportamiento. Ellos saben que elijen su comportamiento.
Las personas reactivas, por otro lado, a menudo se ven afectados por su entorno físico. Ellos encuentran en las fuentes externas los culpables de su comportamiento. Si el tiempo es bueno, se sienten bien. Si no es así, afecta su actitud y el rendimiento y le echan la culpa al clima. Todas estas fuerzas externas actúan como estímulos a los que respondemos. Pero, entre el estímulo y la respuesta está el poder más grande que tenemos: la libertad de elegir tu respuesta.
Una de las cosas más importantes de cómo elijes se relaciona con lo que dices. Tu lenguaje es un buen indicador de cómo te ves. Una persona proactiva utiliza un lenguaje proactivo - Yo puedo, yo quiero, yo prefiero, etc Una persona reactiva utiliza un lenguaje reactivo - No puedo, tengo que hacerlo, Sí, pero.... Las personas reactivas creer que no son responsables de lo que dicen y hacen - creen no tener otra opción.
En lugar de reaccionar o de preocuparse por las condiciones sobre las que tienen poco o ningún control, las personas proactivas centran su tiempo y energía en cosas que puedan controlar. Los problemas, retos y oportunidades que enfrentamos se dividen en dos áreas - el círculo de preocupación y el círculo de influencia.
Las personas proactivas centran sus esfuerzos en su círculo de influencia. Trabajan sobre las cosas en que pueden hacer algo al respecto: la salud, sus hijos, sus problemas en el trabajo.
Las personas reactivas centran sus esfuerzos en el círculo de preocupación - cosas sobre las que tienen poco o ningún control: la deuda nacional, el terrorismo, el tiempo.
PARA APLICAR: Profundizar en el conocimiento de las áreas en las que gastamos nuestras energías es un paso gigante para convertirnos en gente proactiva.
Traducido de: https://www.stephencovey.com/7habits/7habits-habit1.php
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