“La gran mayoría
de los dolores que padecemos no se deben a ningún problema físico. El problema
no está en la espalda o el estómago, sino en la propia mente. Así que, lo que
necesitamos no son sesiones de fisioterapia ni tomar antiácidos, sino una mayor
comprensión de nosotros mismos. Lo que se requiere es identificar esas
emociones reprimidas que están en la base de los síntomas que padecemos”.
Una afirmación que pocos creerían, a menos que se informen
de que quien lo asegura, es el Dr. John E. Sarno nacido en 1923 (y sigue
activo). Profesor de medicina de rehabiltación clínica de la Escuela de
Medicina de la Universidad de Nueva York, realiza su trabajo en el Instituto de
Rehabilitación Howard E. Rusk del Centro Médico de la Universidad de Nueva
York. Graduado del colegio de médicos y cirujanos de la Universidad de Columbia
en 1950. En 1965 fue nombrado director del Departamento de Médicina Ambulatória
en el Instituto Rusk.
El logro más notable y controvertido del Dr. Sarno es el
desarrollo, diagnosis y tratamiento del “Síndrome de Miositis Tensional” (SMT),
que aún no recibe el reconocimiento de la ciencia médica convencional. Según
Sarno, el TMS es un padecimiento psicosomático que da origen a dolores crónicos
de espalda, cuello, y extremidades que no son aliviados por los tratamientos
médicos tradicionales.
Sarno incluye también otros padecimientos relacionados
con el SMT, tales como trastornos gastrointestinales, alteraciones
dermatológicas o lesiones por tensión muscular. Sarno asegura haber tratado
exitosamente a más de diez mil pacientes en el Instituto Rusk educándolos sobre
la existencia de un factor emocional y psicológico para sus síntomas.
Bibliografia de sus obras traducidas al español:
Sarno, John E.
(2004). Libérese del dolor de espalda. Sirio. ISBN 978-84-7808-307-7.
Sarno, John E.
(2006). Curar el cuerpo, eliminar el dolor. Sirio. ISBN 978-84-7808-531-6.
Sarno, John E.
(2008). La mente dividida. Sirio. ISBN 978-84-7808-549-1.
No hay mucha información sobre el trabajo que hace el Dr.
Sarno, pero no se puede ocultar del todo
la realidad de que sus pacientes mejoran. Mira el video (no hay traducción al
español, por ahora), y seguramente no
podrás dejar de ver la compleja interacción mente –cuerpo.
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